Los días 23,
24, 25 y 26 de Abril nos desplazamos al pequeño embalse y no por eso peor, el
cual se llama Valdabra, fuimos un grupo de la sociedad Ebropescadores.
Llegamos el
día de San Jorge con un buen día y muchas ganas de ver la cara de esas bonitas
carpas empezamos a montar todo con toda la ilusión que se lleva.
Se comenzó
el cebado de puesto y el montaje de cañas y seguidamente el montaje de biwys.
Una vez
terminado ya solo quedaba esperar que sonaran las alarmas las cuales se hacían
duras de oír, mientras el pequeño benjamín de la sociedad nos amenizaba el día
con sus idas y venidas por todos los puestos, a ver si salían esas caras que a
el tampoco le picaban.
Por fin
llego la noche que todos esperábamos a ver si las picadas surgían y bueno, no
fue para el gusto de todos, pero alguna ya empezaba a dar la cara.
Y Aparicio
con su carpa de 4,500 kg
El segundo
día transcurría sin picadas pero bueno la esperanza es lo último que se pierde
pero no querían dar la cara seguíamos cebando cambiando cebos pero seguían
duras de picar. Se veía fea la cosa pero sin perder la ilusión ni el humor,
pero el amigo Javier Ostariz nos amenizaba con su baile del caballito de palo.
Llegaba la
segunda noche y todos con la misma ilusión pero seguían igual, hubo compañeros
que tuvieron la gran suerte de verles la cara.
El tercer día
seguíamos muchos con nuestro bolo y al día siguiente amenazaban lluvias fuertes
y la verdad que aunque vinieron más compañeros íbamos perdiendo la esperanza de
ver esas carpas y los compañeros decidieron marchar por las aguas y la verdad
que tres días a bolo nos pesaba a todos. Al final decidimos quedarnos 3 aun
sabiendo que el tiempo no era favorable y las carpas tampoco querían que las
viéramos.
Ya caía la
tarde y por fin suena mi alarma la cual me daba ilusión de verlas pero no fue
así, se escapo. Pero sin dejar pasar mucho tiempo empezaron a sonar las alarmas
y empezó la fiesta tanto yo como los compañeros empezamos a sacar esas carpas
tan bonitas que esconde este pantano.
La noche
transcurría sin parar de picar y salían esas royales que uno sueña pescar algún
día como esta que peso 4,500 kg.
La noche
estaba dando el fruto de tanta espera y ahí salía esta estupenda carpa royal la
cual me dio el honor de hacer esta crónica con sus 5,100 kg.
Y ya se iba
haciendo de día y iban saliendo las ultimas carpas de esta sesión que ya
prometía agua y los tres últimos que quedábamos ya recogimos y dimos por
finalizada la sesión que nos dio buenos ratos y mucha espera a todos los
participantes y compañero de Ebropescadores.
Y sin más me
despido hasta el próximo encuentro que nos volveremos a juntar la maravillosa
familia de Ebropescadores.
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario