Durante los días 17,18 y 19 de Mayo celebramos un entrenamiento en uno de
los embalses más bonitos de Aragón, Calanda. Esta
construido sobre el río Guadalope, en la foz abierta en las sierras de calizas jurásicas,
junto a Calanda. Tiene una capacidad de embalse de 54 Hm3 y una extensión de
312 Ha. Sus aguas refuerzan los riegos del Bajo Aragón en el sector de Alcañiz,
gracias al ambicioso proyecto del canal Calanda-Alcañiz y abastecen la Central
Térmica de Andorra.
Allí nos reunimos un gran número de pescadores, y sobre todo muy buenos
amigos.
Tuvimos un tiempo un
poco revuelto y cambiante, pero esto no nos iba a influir para que bajáramos
los brazos, al revés, desde que empezó el social el viernes todos los
competidores nos dispusimos a hacer un gran cebado. Y muy pronto empezaríamos
con las picadas. La mayoría de las capturas del primer día fueron pequeñas,
pero esto era algo normal. Habíamos cebado mucho, y se nos metían en los
cebaderos. Aún así nos proporcionaban una dura y bonita lucha.
Eran peces muy sanos y combativos, y sobre todo tenían una librea
espectacular.
Llegó el sábado y nada más levantarnos volvimos a hacer un cebadero
copioso, con la intención de tener un día entretenido y con muchas picadas. Así
fue, y aunque tuvimos un día bastante cambiante, a lo que el tiempo se refiere,
fue un día de innumerables capturas.
Ya empezamos a notar
que cada vez el tamaño de nuestras carpas eran más grandes.
Antes de que se metiera el sol nos dispusimos a lanzar los spomb, y
preparar la última noche. Estábamos cansados, pero había que darlo todo!
Fue una noche muy ajetreada y con muchísimas picadas, hasta el punto de
tener que sacar las cañas para poder dormir. Cuando nos levantamos el domingo
teníamos algún saco de retención con alguna bonita carpa.
Esa mañana decidimos no
cebar, y aunque bajara la intensidad de picadas, intentar coger alguna carpa de
más peso. La mañana transcurrió como teníamos pensado. La frecuencia de
nuestras picadas habían disminuido, pero la gran mayoría superaban los 2 kilos.
Llegó el momento de recoger todo e irnos a casa, sin duda lo peor para un
pescador de carpfishing. Después de 60 horas, y más de 150 picadas entre todos
los participantes, teníamos que marchar a casa.
Me quedo con el MAGNÍFICO AMBIENTE que se respira en todos los sociales.
Somos como una gran familia, y da gusto compartir orilla con cada una de las
personas que acuden a los sociales.
Hasta la próxima!!.
Sergio Vera Carmona.
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