Durante la semana el viento había sido el protagonista y no se esperaba que esto cambiara durante los días de pesca. Efectivamente así fue, el viernes el viento molestó y dificultó bastante la pesca aunque poco a poco fue disminuyendo a lo largo del fin de semana acompañado de muy buenas temperatura durante el día.
-Paso a comentar como transcurrió la jornada de pesca en mi zona de pesca.
Yo me encontraba en el principio de la zona de pesca 2. Era la zona de entrada a una recula donde había gran diferencia de profundidades entre puestos.
Yo me encontraba en el principio de la zona de pesca 2. Era la zona de entrada a una recula donde había gran diferencia de profundidades entre puestos.
Al principio la cosa pintaba mal, no se veía la actividad de las carpas por la zona.
Durante la mañana y la tarde del sábado el compañero que se encontraba en la zona menos profunda consiguió 2 capturas de unos 6 kg mientras el resto seguíamos sin tener ni una picada, parece que los peces preferían las zonas poco profundas.
Con el paso de las horas nos íbamos desesperando ya que no conseguíamos ninguna captura. Para colmo, las primeras picadas resultaron ser dos hermosos siluros de unos 25 kg.
Hasta la medianoche del sábado no consiguió un compañero tener las primera captura que casi alcanzó los 15 kg. Esto ya parecía más esperanzador, parecía que las carpas estaban entrando en nuestros cebaderos.
En efecto, así fue y durante la noche y la mañana del domingo conseguimos sacar 2 buenas capturas más de 15,5 y 12,5 kg.
Durante la tarde del domingo la actividad bajó con el calor pero aún así se sacaron varias carpas que rondaban los 9 kg y una de 12 kg.
El balance de la zona fue bastante bueno, pocas picadas pero de peces con tamaños más que considerables.
-José María nos informa sobre como pasó la jornada por su zona de pesca.
Las jornadas de pesca en la zona 1 se determinaron por la diferenciada presencia de peces en las zonas ocupadas. Desde el principio y debido a la afluencia de pescadores con normalidad a la zona (y que por lo tanto está más que cebada) que ocuparon Paul y Bryan, destacaron por la cantidad de picadas que recibieron y de peces que sacaron, siendo esta zona en la que se capturó la pieza mayor de 15Kg. (que fueron dos de ese tamaño).
Las jornadas de pesca en la zona 1 se determinaron por la diferenciada presencia de peces en las zonas ocupadas. Desde el principio y debido a la afluencia de pescadores con normalidad a la zona (y que por lo tanto está más que cebada) que ocuparon Paul y Bryan, destacaron por la cantidad de picadas que recibieron y de peces que sacaron, siendo esta zona en la que se capturó la pieza mayor de 15Kg. (que fueron dos de ese tamaño).
El resto de las zonas, obtuvieron picadas de peces también grandes pero con menos cadencia y concentradas en horas muy concretas. Por la noche no se escuchó ninguna alarma en los días que estuvimos por lo que se durmió muy bien.
Destacar que los cebaderos que se hicieron fueron muy
dispares y que no fueron determinantes en cuanto a la pesca puesto que en zonas
donde no se cebó prácticamente se saco el mismo número de peces por pescador
que donde se cebó mucho.
Comentar que todos los pescadores "tocaron" pieza
aunque alguno se la dejó escapar por lo que el balance de la zona fue muy
positivo.
-Por último os dejo el estupendo relato que nos ha mandado el compañero Rubén Bernal sobre la pesca en la parte final de la zona 2.
Viernes 31, ese era el día , mucho tiempo llevábamos esperando ese día los compañeros de Ebropescadores para realizar un viaje hasta el mítico embalse de Mequinenza.
Había preocupación los días atrás a ese viernes, debido a
que los pronósticos del tiempo predecían fuertes vientos para ese fin de
semana, muchos fuimos los que día a día mirábamos el pronóstico con la
esperanza de que cambiaran las predicciones, pero por mucho que miráramos no
iban a cambiar, las isobaras estaban muy juntas y eso nos iba a deparar un
fuerte aire durante la sesión.
Por fin llegó el viernes y nada mas despertarme, subí la
persiana de mi dormitorio y una luz invadió mi cuarto, salté de la cama
rápidamente para ver si los árboles bailaban con la sintonía del viento o si
estaban tranquilos y por lo tanto el viento no sería importante, pero los
árboles bailaban sin piedad y auguraban una sesión con un fuerte viento.
Me llegaban las primeras noticias de que ya había pescadores
en sus zonas, y a las 14:30 llegaron las primeras buenas nuevas, Nacho había
sacado ya el primer pez, una bonita carpa de alrededor de 7 kg descansaba en su moqueta,
Alexandro y su compañero que estaban en el puesto vecino fueron a ayudar a
nacho ya que estaba solo, y al volver a su puesto vieron como una caña se
arrancaba, pero fue tarde y se soltó, una buena señal, y un impulso de
optimismo para los que aun no habían podido salir y veían desde sus ventanas el
tiempo que hacía.
El viernes ya habíamos llegado casi todos los pescadores y
los mas tardíos comenzaron a montar sus equipos, el fuerte viento dificultaba
las tareas de sondear, medir la profundidad y cebar el puesto, pero poco a poco
lo fuimos haciendo, y fue justo a la hora de mi llegada cuando Alexandro y su
compañero perdieron una captura.
La noche del viernes pasó tranquila, solamente se oía el
sonido del viento agitando los árboles y algún que otro sapo que estaba en la
playita.
Llegó el sábado y con ello Mario Otero y su hijo, unas
grandes personas y pescadores, y
fue a las 11:30 del sábado cuando el compañero de Alexandro
obtuvo una picada y sacaron su primer pez, una bonita carpa de un tamaño muy
parecido a la de Nacho, entre unas cosas y otras Fernando que había llegado el
viernes a la 1 de la madrugada, a la hora de desayunar ya llevaba 2 peces
sacados que oscilaban entre los 5 y los 7 kg .
Parecía que la cosa estaba animada, y Mario Fustero antes de
la hora de comer consiguió su primera captura, una común de un tamaño muy
similar a las demás, la media era bastante parecida en los puestos, desde esa
hora hasta la noche fue Mario Fustero quien le saco el máximo provecho a su
puesto metido en la recula y fue mojando su moqueta con una buena cantidad de
peces.
En el puesto de Álvaro, Javier y Rubén se vieron las
primeras picadas el sábado por la tarde, que no cesaron hasta el domingo
después de comer, dando muchas picadas en un solo puesto, algo extraño, pero
frecuente en el Ebro.
El despertar del domingo fue para Javier Ostariz compi de
nacho que clavó y pudo sacar un buen pez, y Pepe también saco su captura el
domingo por la mañana.
Los últimos de la recula Héctor y Miguel no se quedaron atrás
y lograron sacar 2 capturas.
Una anécdota fueron todas las caídas que se produjeron y que
vino un rato a vernos José Antonio Matute y en ese ratio sacó una carpa, que máquina jajajaja.
El tamaño de las capturas no fue muy grande, pero fueron
peleonas y bastante bonitas, y el ambiente que se palpó era el mismo que se
palpa cuando estas en una gran familia.
-En resumen, los peces dieron la cara y todos pasamos un fin de semana estupendo. Todos volvimos a casa con muchas ganas de repetir la experiencia.
Espero que en el próximo entrenamiento que se celebra los días 14,15 y 16 de Junio todos lo pasemos igual o mejor y podamos hacer otro estupendo artículo como este para el disfrute de todos.
Suerte y buena pesca compañeros.
Un saludo.
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