Los días 10, 11 y 12 de junio disputamos el quinto
entrenamiento de esta gran familia llamada Ebropescadores. Esta vez nos
desplazamos a la localidad de Nuévalos, al embalse de la Tranquera.
Un embalse muy bonito, aguas cristalinas y en el que abunda
la minitalla pero esconde muchas sorpresas.
Unos pocos afortunados pudieron llegar al embalse el jueves
por la tarde y así ganar una noche de pesca. La mayoría elegimos la zona de
debajo del camping, algún compañero prefirió la orilla de enfrente para probar
una nueva zona. Con nuestra declaración de responsabilidad de cebado
debidamente rellenada empezamos a hacernos nuestros cebaderos y montar nuestros
equipos. Ya entrada la media noche daba comienzo el social, todos lanzaron las
cañas y montaron sus tiendas para pasar una noche calurosa.
La noche paso sin mayores sobresaltos, todos sacamos peces
pero la mayoría no daba el peso mínimo. Ya el viernes por la tarde iban
llegando el resto de compañeros apuntados para este social e iban ocupando los
puestos libres.
Paso otra noche como la anterior, sin mayores sobresaltos.
Bastantes capturas por parte de casi todos pero muy pocas daban el peso. Ya el
sábado con todos compañeros incorporados y con un calor sofocante (igual que el
resto de días) alguno decidió darse un bañito.
No fue hasta la noche cuando empezaron a
salir peces de mayor porte y cuando parecía que ya empezaban a hacer efecto los
cebaderos. Todos estábamos ansiosos por ver quién escribiría esta crónica, parecía
que se la iba a llevar Jose Antonio con esta común de 3,830kg.
Esta última noche fue un poco menos ajetreada que las demás,
pero con peces de mayor porte. Parece ser que hubo una hora en la que se
pusieron de acuerdo ya que todos coincidimos hablando en las horas de las
picadas.
El domingo por la mañana se empezaron a ver las fotos de
cómo había ido la noche y capturas que se iban obteniendo por la mañana
apurando las últimas horas o minutos del social.
La sorpresa salto cuando dijeron que habían conseguido una
muy buena por la noche dando un peso de 6,085kg, una buenísima captura para
este tipo de escenario. Todos le dábamos ya la crónica al afortunado compañero
Eduardo Ciruelo.
Pero no fue esta la única sorpresa, ya que esa noche
conseguí capturar una carpa de buen porte dándome una lucha bestial, al ser de
noche no la pese pero creía que tendría unos
5kg o 5,500kg, lo cual no superaba la del compañero Eduardo. Cuando nos
dispusimos a hacer las fotos, antes de ello la pesamos y dio un peso de
6,100kg, la cual me adjudicaba hacer esta crónica.
Con el buen tiempo y la captura mayor del social, los
compañeros decidieron darme una buena duchita fresca.
Como siempre reino el compañerismo, las risas y el buen
ambiente que hay entre todos nosotros que somos una gran familia!!!
**Como anécdota, decir que contamos con un buen vigilante de
seguridad, el compañero Isaac que estuvo enfrente nuestro cada vez que bajaba
un coche o se nos acercaba gente nos llamaba para decírnoslo y que así no nos
asustáramos.
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