Los días 18, 19
y 20 de agosto nos desplazamos un grupo de amigos al embalse de La Sotonera,
cerca de Huesca, para disfrutar del VII entrenamiento de la Sociedad Ebropescadores.
Los que primero llegamos nos esforzamos por encontrar una orilla adecuada para realizar el social. Fue realmente complicado, pues los caminos están en muy mal estado y conforman casi un laberinto de sendas.
Tuvimos suerte y dimos con un lugar que reunía las condiciones. Se trataba de un puntal en medio del embalse, que tras sondearlo nos descubrió una profundidad más que interesante: a unos 40-50 metros se alcanzaban profundidades de 9 a 12 metros. Así, lo marcamos convenientemente y fuimos escogiendo los puestos.
Tuvimos suerte y dimos con un lugar que reunía las condiciones. Se trataba de un puntal en medio del embalse, que tras sondearlo nos descubrió una profundidad más que interesante: a unos 40-50 metros se alcanzaban profundidades de 9 a 12 metros. Así, lo marcamos convenientemente y fuimos escogiendo los puestos.
Particularmente,
me decanté por un cebado a base de semillas (entre las que se incluían las
chufas que me pasó generosamente mi compañero Dani) y boilies. La idea era
atraer los máximos peces posibles a los pesquiles y a partir de ahí intentar
seleccionar el tamaño con los boilies.
En la jornada del
viernes no se apreció actividad. Y lo cierto es que el tiempo no terminó de
acompañar con unas temperaturas muy altas y, al final del día, viento fuerte.
El sábado, en cambio, el viento aflojó. Precisamente fue el sábado cuando una
preciosa común me alegró el día: 6’900 kilos.
Después de tan buena captura,
continué cebando para mantener los peces por la zona. Este mismo día, los
compañeros Dani y David, que estaban cerca de mi puesto, tuvieron bastante
actividad, obteniendo varias picadas y viendo en la moqueta muy buenas
capturas.
El amigo Javi llegó algo más tarde y decidió instalarse un poco más lejos;
pero también fue capaz de hacer picar a una estupenda común.
Aunque tuvimos
picadas, nos quedamos con la idea de que estuvieron algo “duras”, y que todos
esperábamos que a partir del segundo día dieran más la cara.
En fin, fueron
unos días duros por las temperaturas tan altas y el viento, pero, claro, todo
se vence con buenos compañeros en la orilla y los trípodes apuntado al
horizonte.
¿Cuándo es la próxima?
Un saludo para
todos.
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